¿Qué se tiene que decir sobre el suicidio?
Muchas personas viven con el dolor de perder a un ser querido por suicidio. Rara vez paso una semana sin recibir una carta, un correo electrónico o una llamada telefónica de alguien que acaba de perder a un familiar por suicidio. Prácticamente en todos los casos, hay una gran desilusión por el hecho que no hay mucho material disponible, ya sea religioso o secular, que ayude a consolar su pérdida. Aquellos que se quedan en este mundo buscan un respiro, un consuelo humano y teológico.
Cuando alguien cercano a nosotros muere por suicidio vivimos con un dolor que conlleva a la confusión (“¿Por qué?”), culpa (“¿Pudimos haber hecho algo al respecto?”), conclusiones equivocadas (“Eso fue un acto desesperado de dolor”) y, si somos creyentes, hay también una profunda ansiedad religiosa (“¿Cómo verá Dios a esta persona? ¿Cuál será su destino eterno?”).
Aquí hay siete puntos acerca del suicido que le ayudarán a navegar este tema.
1. El suicidio es una enfermedad.
Somos cuerpo y alma. Ambas pueden quebrarse. Podemos morir de cáncer, hipertensión arterial, infarto, aneurismas. Estas son enfermedades físicas. Pero también podemos sufrirlas en el alma. Hay enfermedades y aneurismas del corazón, heridas mortales de las cuales el alma no se recupera. En la mayoría de los casos, el suicidio es el equivalente emocional del cáncer, un derrame cerebral o un ataque al corazón. Como toda enfermedad terminal, el suicidio arrebata la vida de una persona en contra de su voluntad. La muerte no se elige libremente, sino que es una enfermedad, lejos de ser un acto de libre albedrío. En la mayoría de los casos, el suicidio es un intento desesperado de terminar con un dolor insoportable, muy parecido a un hombre que se tira por una ventana porque su ropa está en llamas.
Además, algo que aún debe explorarse más a fondo, es el posible papel que desempeña la bioquímica en el suicidio. Dado que algunas depresiones suicidas son tratables con medicamentos, es evidente que algunos suicidios son causados por deficiencias bioquímicas, al igual que muchas otras enfermedades que nos matan.
2. El suicidio es una tragedia, no un acto de desesperación.
Durante siglos, el suicidio fue considerado como un acto de desesperación y la misma desesperación fue vista como el pecado más grave de todos- en última instancia, imperdonable. Tristemente, mucha gente en la iglesia todavía ve el suicidio como un acto de desesperación y como un pecado imperdonable contra el Espíritu Santo. Pero esto es una conclusión equivocada. El suicidio no es un acto que no pueda ser perdonado. El suicidio como acto de desesperación no es lo que las Iglesias Cristianas y ciertamente no la Iglesia Católica Romana, creen o enseñan.
En la mayoría de los casos, la persona que se quita la vida no lo hace como un insulto o una afrenta a Dios o a la vida (porque para eso se requeriría fortaleza y el suicidio es generalmente la antítesis de eso). Lo que sucede en la mayoría de los suicidios es el polo opuesto. El suicidio es el resultado de una gigantesca derrota.
Hay una escena poderosa en la adaptación musical de Los Miserables de Victor Hugo. Una mujer joven, Fantina, yace muriendo. Ella cuenta que una vez fue joven, llena de sueños, pero ahora agotada por toda una vida de pobreza, con el corazón destrozado y debilitada por sus enfermedades físicas, se siente derrotada y tiene que someterse al triste hecho de que “hay tormentas que no podemos vencer”.
Cualquiera que sean las razones, ya sean enfermedades mentales o una infinita variedad de problemas que destrozan el alma, hay un punto, un momento en la vida de las personas que las derrota, las consume y son incapaces de continuar con su propia vida— lo mismo ocurre con una víctima de sequía, huracán, cáncer, enfermedad cardíaca, diabetes o Alzheimer. No hay pecado en el hecho de ser consumidos, vencidos, por una terrible tormenta.
El dolor nos puede consumir y algunas personas sucumben a este dolor, pero esto no es un acto de desesperación (el cual es un acto de libre albedrío y de fortaleza.
3. Podemos amar a alguien y aun así no poder salvarlo de la muerte.
Hay un malentendido sobre el suicidio que se expresa en segundas conjeturas: ¡Si tan solo hubiera hecho más! Si tan solo hubiera estado más atento, esto podría haberse evitado.
La mayoría de las veces no estuvimos presente cuando nuestro ser querido murió por la misma razón que no nos quería ahí. Él o ella escogió la hora y el lugar precisamente con nuestra ausencia en mente. El suicidio es una enfermedad que elige a su víctima precisamente de tal manera que excluye a los demás y sus cuidados. Eso es el punto de origen de la enfermedad.
Los que nos quedamos, no debemos cuestionar si le fallamos a nuestro ser querido, de lo que nos debimos haber percatado y de lo que se pudo haber hecho para prevenir el suicidio. El suicidio es una enfermedad y como ocurre con una enfermedad física, podemos amar a alguien y aún así no poder salvarlo de la muerte. Dios también amaba a esta persona y, como nosotros, no podía interferir con su libertad.
Esto, por supuesto, nunca debe ser una excusa para la insensibilidad hacia aquellos que nos rodean que sufren de depresión, pero es un control saludable contra la culpa falsa y las dudas ansiosas. Muchos de nosotros hemos vivido la muerte de un ser querido. Sentimos una impotencia porque no pudimos prevenir que muriera. Esa persona falleció, a pesar de nuestra atención, oraciones y esfuerzos por ayudar.
Así también, al menos en general, con aquellos que mueren por suicidio. Nuestro amor, atención y presencia no pudieron evitar que murieran, a pesar de nuestra voluntad y esfuerzo en lo contrario.
4. Hay una gran distinción entre ser víctima de suicidio y quitarse la vida
Recibo muchas cartas negativas todos los años que sugieren que estoy tomando a la ligera el suicidio y el estigma que conlleva, y por lo tanto, haciendo más fácil que la gente lo lleve a cabo: ¿No fue el mismo G.K. Chesterton quien dijo que al privarte de la vida insultas a todas las flores de la tierra? Pero en la mayoría de los casos, una persona se suicida en contra de su voluntad.
Muchos de nosotros conocemos a seres queridos quienes se suicidaron y sabemos que en la mayoría de los casos esa persona no era egoísta, narcisista, orgullosa, insensible e inflexible y que por su orgullo se niega a tomar su lugar en este mundo tan imperfecto. Por lo general, es lo contrario. La persona que se suicida tiene problemas profundos precisamente porque se siente herida, vulnerable y frágil para poseer el suficiente carácter para enfrentar la vida.
Recuerdo un comentario que escuché una vez en un funeral. Acabábamos de enterrar a un joven que, aquejado de depresión clínica, se había suicidado. El sacerdote había predicado indebidamente, dando a entender que este suicidio era de alguna manera culpa del hombre y que el suicidio era siempre el último acto de desesperación. En la recepción, un vecino del hombre que murió se acercó y expresó su disgusto por las declaraciones del sacerdote: “¡Hay muchas personas en el mundo que deberían quitarse la vida, pero nunca lo harán! Pero este hombre es la última persona que debería haberse matado; ¡Era la persona más sensible que he conocido!” Esto me parece muy cierto.
El quitarse la vida es algo totalmente diferente. Así es como algunos de los “Hitlers” se van de esta vida. Hitler, de hecho, se quitó la vida. Es un acto de orgullo para salvarse a sí mismo. En tal caso, la persona no es demasiado sensible, modesta y no está sufriendo. Por lo contrario. La persona es demasiado orgullosa para aceptar las consecuencias de sus actos.
Hay una distancia infinita entre un acto hecho por ser débil y uno hecho por ser orgulloso.
Asimismo, existe una distinción absoluta entre estar demasiado herido para seguir tocando la vida y ser demasiado orgulloso para seguir ocupando el lugar que uno ocupa en ella. Solo este último hace una declaración moral, insulta a las flores y desafía la misericordia de Dios.
5. La misericordia de Dios es igual incluso al suicidio.
La respuesta cristiana al suicidio no debe ser horror, miedo por la salvación eterna de la persona y el ansioso autoexamen sobre lo que hicimos o no hicimos. El suicidio es ciertamente una forma terrible de morir, pero debemos entenderlo por lo que es –una enfermedad– y dejar de preocuparnos tanto por la salvación eterna de la persona como por nuestra imperfecta respuesta a tal enfermedad.
Dios redime todo y, al final, toda forma de ser estará bien, más allá incluso del suicidio.
Dada la verdad de esto, debemos abandonar la noción de que el suicidio pone a una persona fuera de la misericordia de Dios. La misericordia de Dios es igual incluso en el suicidio.
Después de la resurrección, vemos cómo Cristo, más de una vez, atraviesa puertas cerradas e infunde perdón, amor y paz en corazones que no pueden abrirse por el miedo y el dolor. La misericordia y la paz de Dios pueden atravesar paredes que nosotros no podemos. Y, como sabemos, de este lado del cielo, a veces todo el amor, las manos tendidas y toda la ayuda profesional del mundo ya no pueden llegar a través de un corazón paralizado por el miedo y la enfermedad.
Pero cuando estamos indefensos, Dios no lo está. El amor de Dios puede descender al mismo infierno (como profesamos en nuestro credo) y respirar paz y reconciliación dentro de la herida, la ira y el miedo. Las manos de Dios son más suaves que las nuestras, la compasión de Dios es más amplia que la nuestra y el entendimiento de Dios supera infinitamente el nuestro.
6. Morimos en los tiernos y amorosos brazos de Dios.
Pocas imágenes son tan primarias y tiernas como la de una madre sosteniendo y acunando a su bebé recién nacido. De hecho, las palabras del villancico más famoso de todos los tiempos, “Noche de Paz”, se inspiraron precisamente en esta imagen. Joseph Mohr, un joven sacerdote en Alemania, había ido a una cabaña en el bosque la tarde de la víspera de Navidad para bautizar a un bebé recién nacido. Cuando salió de la cabaña, el bebé estaba dormido en el regazo de la madre. Quedó tan cautivado con esa imagen, con la profundidad y la paz que encarnaba, que, inmediatamente después de regresar a su rectoría, escribió las famosas líneas de “Noche de Paz.” Su director de coro, Franz Gruber, puso unos acordes de guitarra a esas letras y las plasmo por siempre en nuestra mente. La definitiva imagen arquetípica de paz, seguridad y protección es la de un recién nacido durmiendo en los brazos de su madre. Además, cuando nace un bebé, no es solo la madre la que está ansiosa por sostenerlo y acunarlo. Casi todos los demás también lo son.
Quizás ninguna imagen sea tan adecuada, poderosa, consoladora y precisa en términos de describir lo que nos sucede cuando morimos y despertamos a la vida eterna como la imagen de una madre sosteniendo y acunando a su hijo recién nacido. Cuando morimos, morimos en los brazos de Dios, y seguramente somos recibidos con tanto amor, dulzura y ternura como cuando somos recibidos en los brazos de nuestras madres al nacer. Además, seguramente estamos aún más seguros ahí de como cuando nacimos aquí en la tierra. Sospecho, también, que más de unos cuantos santos estarán dando vueltas, deseando tener la oportunidad de abrazar al nuevo bebé. Y entonces, está bien si morimos antes de estar listos, aún necesitando nutrición, aún necesitados de alguien que nos ayude a cuidarnos, aún necesitados de una madre. Estamos en manos seguras, cariñosas y gentiles.
7. Debemos trabajar en la redención de la vida y la memoria de nuestros seres queridos que han muerto por suicidio.
Todavía existe un gran estigma en torno al suicidio. Por muchas razones, nos resulta difícil comprender éste y llegar a la paz con él. Los obituarios, la mayoría de las veces, usan un eufemismo en lugar de nombrar la causa de la muerte. Además, y lo que es más preocupante, los que quedamos atrás tendemos a enterrar no sólo al que se suicida sino también su memoria. Las imágenes se desprenden de las paredes, los álbumes de recortes y las fotos se eliminan, y siempre hay un discreto silencio en torno a la causa de sus muertes. En última instancia, ni sus muertes ni sus personas son tratadas genuinamente. No hay un cierre saludable, solo un cierto cierre de libro, un cierre frío, que deja muchos asuntos pendientes. Esto es desafortunado y una forma de negación. Debemos trabajar en la redención de la vida y la memoria de nuestros seres queridos que han muerto por suicidio.
La madre de la psiquiatra de Harvard, Nancy Rappaport, se suicidó cuando ella aún era una niña. Nancy escribió un libro conmovedor titulado In her Wake, A Child Psychiatrist Explores the Mystery of Her Mother’s Suicide. [En su Estela, Una Psiquiatra Infantil Explora el Misterio del Suicidio de Su Madre].
Después del suicidio de su madre, Nancy vivió, al igual que muchos de nosotros que hemos perdido a un ser querido por suicidio, con una sombra de caza que rodeaba la muerte de su madre. Y esa sombra luego coloreó todo lo demás acerca de su madre. Rebotó hacia atrás para que el suicidio definiera demasiado el carácter de su madre, su integridad y su amor por quienes la rodeaban.
Con esto como trasfondo, Nancy Rappaport se pone en marcha para dar sentido al suicidio de su madre, para redimir su vínculo con su madre y, en esencia, para redimir la memoria de su madre a raíz de su suicidio.
La Empatía de Dios
Una mejor comprensión del suicidio no necesariamente significará que la oscuridad y el estigma que lo rodea simplemente desaparecerán. Seguiremos sintiendo muchas de las mismas cosas que antes sentimos frente al suicidio: Seguiremos sintiéndonos mal. Aun nos estaremos en conflicto y nos entregaremos a sentimientos de culpa y dudas. Todavía nos sentiremos incómodos acerca de cómo murió esta persona y todavía sentiremos cierta enfermedad al hablar sobre la forma en que murió. Seguiremos sintiendo cierta vacilación en celebrar la vida de esa persona como lo hubiéramos hecho si la muerte hubiera sido por causas naturales. Seguiremos yendo a nuestras propias tumbas con un agujero negro en nuestros corazones. El dolor de un suicidio deja su propia huella indeleble en el alma.
Pero en un nivel diferente de comprensión se abrirá paso algo más que nos ayudará a lidiar mejor con todos esos sentimientos conflictivos; más que nada, la empatía por la comprensión de alguien cuyo sistema inmunológico emocional se ha derrumbado. Y esa comprensión también traerá consigo el consuelo de que la empatía y la comprensión de Dios superan con creces las nuestras.
Como dijo Dietrich Bonhoeffer: “Nada puede compensar la ausencia de alguien a quien amamos. Es una tontería decir que Dios llena el vacío; Dios no lo llena, por lo contrario, Dios lo mantiene vacío y así ayuda a mantener viva nuestra previa comunión entre nosotros, incluso a costa del dolor. Cuanto más queridos y ricos sean nuestros recuerdos, más difícil será la separación. Pero la gratitud cambia los dolores de la memoria a una alegría tranquila. Las bellezas del pasado se llevan, no como una espina en la carne, sino como un regalo precioso en sí mismas” (Carta y Papeles desde la Prisión).
Línea de Prevención del Suicidio y Crisis
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39 thoughts on “Después del Suicidio: 7 Cosas Que los Católicos Deben Saber”
Había dejado varios comentarios… Ya no puedo verlos…
Mi sobrina se suicidó apenas tenia 17 años. Sufría tanto estaba enferma del alma la habían lastimado mucho. Solo quería ser amada. Era tan dulce amorosas tan linda. Duele duele mucho pero creo que Dios en su infinita misericordia la tiene entre sus brazos solo el conocía su corazón. La extrañare por siempre y mi amor por ella será hasta la eternidad.
No puedo ver los comentarios anteriores…
He conocido a varias personas que se han suicidado y siempre te causa ese dolor de no saber porqué han tomado esa decisión. Estos días me siento muy abatida por el suicidio de un cantante, al que ni siquiera seguía del todo, pero su muerte tan inesperada ha removido muchas cosas en mi. Algunos de mis alumnos se han suicidado, otros lo han intentado, o algún amigo de ellos también lo ha logrado o intentado y fallado. Cómo una persona que sufre de depresión, esto me duele, porque esas ideas han pasado por mi cabeza. Por suerte aún soy fuerte, sigo mi tratamiento y amo la vida, pero puedo entender que la depresión a veces puede ganar. Lo que he leído en este blog me ha hecho llorar y me ha dado alivio, pues yo era de las que pensaba que el suicidio era un pecado contra Dios, pero todo lo que se explica tiene lógica y va más de la mano con la obra de Jesús y con la misericordia de Dios. Un Dios que nos ama, también entiende cuando el alma y la mente están tan enfermas que te quitan la vida. Gracias.
Toda mi vida he luchado contra el suicidio, a veces es más difícil que otras, creo en Dios y algo después de la vida y me esfuerzo por que algún día pueda estar en esa gloria con los seres que ya se fueron y los únicos que ame… pero sí algún día esto es más fuerte que yo temo no poder ver ese paraíso y ser castigada por mi propia mala elección… ya no sé que hacer
Asi estoy yo desde los 20 años
Ya tengo 66 y no lo he hecho por miefo de quedar exvluida
Pero mi dolor en el alma es tan insoporyable. Aunado a mis enfermedades. Estoy cansada de vivir. Quiero descsnsar
ponte en contacto conmigo y te puedo ayudar,porque lo que hay
despues de la Muerte si te quitas la vida es peor ,seras condenada y echada en una carcel eterna y Aya no podrás volver a suicidarte
[email protected]
Hola Miriam porque tienes certeza sobre eso?
No es doctrina de la Iglesia Católica. Depende de las circunstancias que sea pecado mortal o no. No es lo mismo suicidarse por orgullo que por padecer una situación psíquica insoportable. Matar a un se humano es normalmente pecado mortal pero matarlo cuando tiene una navaja en el cuello de tu bebé, es otra.
Todo pasa… todo cambia… la Vida tiene momentos dulces, salados y amargos… vívelos! Pruébalos todos! Entiendo que a veces la tristeza puede más que una enfermedad, paso por ahí de vez en cuando, sentirnos derrotados es normal, al menos eso creo. Espero no sea porque me acostumbré a la tristeza. Sin embargo, es verdad que al final de la tormenta siempre llega la calma.. no nos queda nada mas que confiar, en Dios, en nuestra misión de vida y confiar en nosotros mismos. Sigue en la lucha! No te rindas!
No busques esa salida, mi mamita se suicido el día 2 de febrero de este año y presencié el acto y la decisión que ella tomó. Hoy he aprendido que el suicidio es una decisión pero también puede prevenirse. No te rindas, busca un motivo, alguien que te llené de luz y que borre esos sentimientos y pensamientos negativos.
Hay un refrán: Dice Dios ayudate que yo te ayudare.
Muchas veces tenemos una compleja problemática y requerimos ayuda.
Podemos padecer desequilibrios emocionales, lo cuál no quiere decir que estemos locos.
Hay programas de autoayuda para alcohólicos y drogadictos; familiares de estos; neuróticos, etc.
Hay talleres de desarrollo personal.
Hay terapias de psicología humanista y otras disciplinas profesionales.
Muchas de ellas para lograr y mantener un equilibrio emocional y las espirituales para reforzar un cambio de juicios y actitudes ante la vida.
Nuestra razón de existir es el vivir el amor en sus multiples facetas y esto radica en las áreas emocional y espiritual de todo ser humano.
Busca la ayuda que la encontraras.
Mis mejores deseos.
Todo lo puedo en Cristo que me fortalece .
Pienso exactamente lo mismo que vos!
Yo también pienso lo mismo solo quiero irme tranquila y saber que Dios y mis padres me
Reciban con amor el cual no tengo a qui en este mundo malvado y perverso
No creo que el suicidio sea un pecado desde el punto de vista del amor cristiano.
Creo que por una razón demasiado importante, Dios Todopoderoso nos ha dejado el Manual de Vida para todos los creyentes, sin importar de qué denominación religiosa sea, entonces si Dios dice en Su Palabra, que quien comete suicidio, no irá al Reyno de los Cielos, es porque así es, lo que sucede es que los padres actualmente por el exceso de trabajo, no se preocupan de transmitir a sus hijos “algún tipo de educación religiosa, ni tan siquiera les interesa que tengan una “leve inclinación espiritual”, pero si lo hicieran y en vista de la gigantesca ola de suicidios que actualmente se observa, creo que al menos por miedo de ir al infierno, muchas personas que estuvieron planeando suicidarse no lo hubieran hecho, la razón está en la Biblia, cuando en el libro de Job dice Dios dió y Dios quitó, refiriéndose por supuesto no solo a los bienes materiales, sino a la vida misma, quiénes somos nosotros para quitarnos lo que a Dios le plació darnos, en nombre del gran amor que nos demostró tan solo al ser concebidos desde el vientre de nuestras madres? por otra parte hay un criterio bastante desconcertante actualmente cuando mucha gente ignorantemente afirma que aquí mismo en la Tierra, está el infierno y por lo tanto se cierran a creer lo que en la misma Biblia asevera sobre la existencia de este lugar, si a Nuestro Señor Jesucristo, hijo Único de Dios, el espíritu maligno se le apareció y le tentó con afán de que cediera y apoderarse de su espíritu para llevarlo al infierno, quiénes somos nosotros para creer erróneamente que el infierno no existe? y a ese lugar iremos si cometemos suicidio, porque así está en la Biblia, no es criterio humano.
“(…) debemos entenderlo por lo que es –una enfermedad– y dejar de preocuparnos tanto por la salvación eterna de la persona”. Esto que dice es un horror. Y no es para nada católico. Hay que preocuparse siempre por la salvacion eterna de un hermano. Se haya muerto como se haya muerto. Hay que rezar siempre. Y siempre. E insistir ante Dios. Sin desfallecer. Me parece que esa afirmación es de una fatal arrogancia. “El que se cree seguro, cuide de no caer”. Decia San Pablo. Quienes somos nosotros para saber si alguien se salva o se condena? Porque asi como de infinita es Su misericordia, infinita es Su justicia. Y el que ora por un difunto, salva su propia alma. Me parece que Ustedes son unos ranherianos que creen que la salvación ya está comprada. Cristianos de la mesa servida. La salvacion no esta asegurada para nadie. Y el que cree lo contrario, se engaña penosamente.
el suicidio siempre ronda mis pensamientos y me llama a la paz y al fin de todos mis problemas que lastimosamente y como a muchos la falta de dinero nos deja sin salidas, creo que si muero de alguna manera podre dejar amparado a mi hijo por medio de algun seguro , un suicidio con aparente accidente para que le den un dinero a mi hijo y por lo menos pueda comprar los zapatos de sus sueños que son los de ser basquebolista profesional,pero mi pobreza no me permite eso y la situacion de la comida que es algo tan basico se me hace increiblemente dificil . me invitan a la prostitucion hacer delitos o cosas asi pero realmente no me atrevo y me siento peor al ver mi cobardia hasta para darle fin a esta cruz que tengo que cargar todos los dias.
Alexa ruego a Dios que tu puedas leer esto: Satanás es el león rugiente en tus pensamientos que te grita suicidate, es el mismo que tentó a Jesucristo en el desierto y que Jesucristo mismo venció con su dolorosa pasión para darnos la vida eterna y le tienes que creer, no es un error nada de lo que te pasa, es un medio de santificacion al cual todos estamos llamados a ser santos, NADIE DIJO QUE SERÍA FÁCIL, al que más se le amá más se le prueba, tu eres tan valiosa y poderosa guerrera que tu ejemplo de vida tomado con honor, humildad y valentía será el ejemplo para tu hijo, pide a la Madre santísima la Virgen María que te de las fuerzas que ella tuvo para estar de pie ante las adversidades y presenciar la dolorosa muerte de su hijo, todo lo podemos en Cristo quien nos fortalece. Te invito a que leas la vida dura y difícil de todos los que llegaron a ser santos pero dijeron un SI A JESUCRISTO POR AMOR A EL, así como el por su infinito amor nos ha dado la vida eterna, no te la dejes arrebatar, es tu vida eterna, no es la de aquí la que importa, es esta vida el puente para llegar a la eternidad. Te abrazo en el amor de Cristo y ruego en oración por tu paz mental y de tu alma.
Esta vida no es agradable por lo menos para mi, siempre he creído en la misericordia de DIOS, él recibe a sus hijos y con mayor razón si se han suicidado.
Si estamos aquí leyendo esto y comentando es por algo. Que buscabas sobre el suicido que conseguiste esto? Yo lo encontré pq el deseo de suicidarme me está embargando cada día más. Por que no soy feliz, pq voy en la vida de golpe en golpe desde q nací. Me siento tan cansada emocionalmente que estoy muy vulnerable. Y la vrd pienso en el sufrimiento de mis padres y mi destino espiritual pq creo en Dios y eso es lo q aun me tiene aquí. nada mas!!
Quiero morir y dejar de ser una carga. Y no existe justicia. Es una triste realidad
Algún consejo o ideas de como hacerlo?.
Mi padre sufría de artrosis,el siempre nos decía que si su dolor aumentaba se mataba, llegó el día el organizo todo para hacerlo,soy católica y pienso en él perdón de Dios para él… leí este artículo y me sirvió ya que se qué Dios es poderoso y grande y debe de entender que mi padre sufría mucho con estos dolores y que ya se le estaban torciendo las articulaciones.hoy escribo estás palabras y apenas el día de ayer fue su sepelio..el optó por darse dos impactos de bala en la garganta…si somos creyentes que existe un Dios, también soy creyente que esté dios es justo y mi padre será libre de su pecado(enfermedad)
Toy sufriendo de transtorno obsecivo compulsivo /misofobia y es horrible ya llevo mas de 9 años con esto y me ha llegado en la cabeza el suicidio pero no lo quiero hacer porque tristemente si una persona se quita la vida se va al infierno y ahi es mas peor….
Llegué hasta aquí buscando alivio, cierta aprobación…la única razón que me ha mantenido en esta vida es porque sueño con la paz eterna.
Fui ultrajada desde niñita y con El Paso de los años quise sentirme invisible, luego en los últimos años lo único que deseo es morir.
Lo único que me da paz al dormir es imaginarme mi propia muerte o bien saber que al cerrar los ojos no los abriré más… despierto en las mañanas y me digo, aquí estoy otra vez…
Y doy gracias a Dios por las cosas y las personas que amo, pero no es suficiente para querer vivir.
Padezco de fibromialgia desde hace 7 años y esto me ha robado lo poco que había construido en mi vida.
Recen, recen por mi para que Dios me lleve, para que no tenga que irme por mi misma.
Todo duele, respirar duele
Mi hijo se suicidó, estoy mas que seguro que está con Dios. Y le doy gracias a la fuerza que me da cada día para poder vivir con este vació, con este dolor. Me quedo con lo bonito que fue ser su padre, los momentos de alegría y hasta los de enojo o tristeza. Un día yo me iré y estoy mas que seguro que será el día mas feliz de mi vida porque él vendrá por mí y lo abrazaré con fuerza para no dejarnos nunca mas.
Querido Javier.
Lei tu post y al igual que usted pienso veré a mi hija. Dios es misericordioso y juzgarà de manera individual. A mi lado tengo un Dios compasivo y misericordioso . Perder un hijo es un dolor inmenso. Es una enfermedad en la cual ya estan cansados, sufridos. En mi caso mi hija de 22 años fue una hija maravillosa. Siempre queria que todos estubiesen felices y buscaba la forma de que todos se llevaran bien pero ella no podia manejar sus situaciones. Se que nuestro Dios los recibira y los amara. Alli estaremos y nos sorprenderemos con las cosas que veremos una vez partamos . Le abrazo y Dios le bendiga.
Gracias por este artículo, mi primito se suicidó y quiero honrar su memoria cada vez que pueda, quiero que encuentre paz donde quiera que esté, y sí, era la persona más sensible y hermosa que he conocido. Merece la grandeza y amor de Dios, por eso lo pido todos los días.
Me hace mucha falta pero sé que en la gloria de Dios va a estar mejor.
A todos los que piensan que el suicidio es la salida, solo quiero decirles que Le haran Uni dano irrevocable a quienes le aprecian o les quieren,busquen ayuda en la Iglesia o con un medico hagan el bien ayuden a otros que esten pasando por la misma situacion y amense y respetense,aun cuando nadie lo alla echo y veran que Dios le abrira el buen Camino.
Nesesitamos Mas que nunca ponernos en los pies de la otra persona. EL frecuentar la oracion a Dios para que nos alivie de estos males es indispensable..El buscar ayuda de medicos, pero sobre todo El perdonar de corazon por todo lo que nos ha pasado en nuestra Vida a los que nos hicieron daño y a nosotros mismos por el dolor….Frecuentar ir a la iglesia, buscar ayuda siempre, habia una santa que decia que la mente es ” la loca de la casa ” y asi es cuidar de nuestra mente y corazon es indispensable….algo que me ayudo a mi es poder llorar sacar ese dolor mediante la oracion y frecuentar los Sacramentos del perdon…estar fuertes en esta batalla de la mente hay que pedir a Dios y tambien buscar ayuda siempre..
ME QUIER SUICIDAR POR QUE ESTOY MUY CANSADO DE ESTE MUNDO LEVO AÑOS LUCHANDO POR MI HIJO QUE ESTUVO ENFERMO DE ADICIONES YA SE CURO ESTA EN LA CÁRCEL POR ROBO CUANDO ESTA BE ENFERMO DE LA ADICIONES YA A CURO ES CRISTIANO PERO NO LO HE PODIDO SACAR YA QUE NE LA CÁRCEL ES UN INFIERNO ME HE QUEDADO SIN NADA HE LUCHADO 8 AÑOS POR SACARLO Y NO HE PODIDO MUCHAS PERSONAS NO ENTIENDEN ESTO CRUZ TE CRITICAN TE HUMILLAN Y NO PUEDES CONTESTAR POR IMPOTENCIA INCLUYENDO A MI FAMILIA ESTOY MUY CANSADO Y DIOS SABE QUE HE LUCHADO CON TODAS MIS FUERZAS Y QUE NO HE PARADO DE LUCHAR PERO DIOS NO SE APIADADO DE NOSOTROS EN SU TOTALIDAD JESUS DICE PIDAN Y SE LES DARÁ TOQUEN Y SE LES ABRIRÁ BUSQUEN Y HALLARAN TODO ESO LO HE HECHO DE DÍA Y DE NOCHE PERO DIOS NO HA ESCUCHADO MIS SUPLICAS Y YA ESTOY CANSADO MUY CANSADO YA ME QUIERO IR DE ESTE MUNDO ESTOY MUY CANSADO YA NO QUIERO ESTAR AQUÍ YA NO MAS ME QUIERO IR DE ESTE MUNDO DESCANSAR NO SOY FELIZ AQUÍ ASI QUE HAGO AQUÍ LA GENTE TE OYE ABECÉS PERO NO TE ESCUCHA HASTA TU PROPIA FAMILIA ME SIENTO IMPOTENTE Y MUY SOLO YA ME QUIERO ME QUIERO IR DE ESTE MUNDO
Estoy cansada de luchar y ya no quiero seguir, desde hace varios años tengo deseos de acabar con mi vida. Estoy cansada de todo, hasta de pedirle a Dios que me quite estos pensamientos, pero ya ni El me escucha, me siento abandonada hasta por El
Siempre le tuve miedo a la soledad y eso es lo único que ha habido en mi vida
No tengo ni un solo recuerdo bonito de mi infancia y tampoco de adulta. Mi familia como muchas desunida mi matrimonio un fracaso mi vida amorosa un desastre, siempre despreciada utilizada, abandonada. Pareciera que no tengo derecho a nada en la vida y estoy muy cansada de la soledad, y si en este mundo he vivido en soledad, que importaría seguir en soledad después de la muerte?
Las personas que no han experimentado la soledad, anciedad, depresión y tristeza por años, el no poder dormir y despertar en la madrugada llenos de tristeza y miedo a planear como acabar con esta vida de miseria, solo saben criticarte y decidir que son tonterías y que busques ayuda psicológica pero también te abandonan, cuando lo único que tu quieres es no estar solo.
Y los psicológicos lo unico que hacen por ti es encerrarte y tenerte dopado para que no te hagas daño
Podría alguien decirme que tipo de vida le llaman a eso?
A veces veo y a lo mejor a mi alrededor todo está bien, pero la verdad es que no soy feliz, no confío en nadie y siempre me he sentido sola. A mi madre la abandonaron sus padres y ella a mi, siento que todos me han hecho daño y que sí alguien se acerca a mí es por algún interés. Aparentemente estoy bien, pero cada día la ansiedad y la depresión me consumen, cuando no me médico me desespero, siempre le pido a Dios que me quite la vida y no quiero volver a despertar en ninguna parte, no quiero otra vida, ni en el cielo, ni en el infierno, ni aquí, sólo quiero descansar para siempre. Ya he intentado matarme, pero lo único que me detiene es que no quiero quedar atrapada en un limbo y seguir viendo lo que pasa, no quiero ver sufrir a nadie por mí, ese no es mi propósito. Yo no pedí nacer, y por ende no quiero vivir bajo mis circunstancias. Estoy muy herida, ya me da igual todo, soy muy sensible y eso me afecta aún más, ya estoy cansada de este mundo sin sentido, amo a Dios porque siempre ha estado conmigo pero por más que lo intento, mi deseo más grande es no volver a despertar, como sí nunca hubiese existido. La verdad sólo quiero que me maten, o morir rápido, porque tampoco quiero cargar con el hecho de ser castigada por esto. Sé que es algo duro para las personas que dicen querernos pero creo que tampoco depende de [email protected] porque en cierto modo [email protected] también han aportado para hacernos sentir así, nuestras familias, pareja, amigos, y las personas con las que compartimos en general se sienten culpables porque saben que ellos ayudaron a esa toma de decisión. Lo único que deseo es que me borren por completo y que no quede ningún rastro de mi existencia.
Tengo fibromialgia de grado 4 la máxima, además de Epoc, SFC, asma alérgica, diverticulitis de intestino grueso, psoriasis plantar, trastorno ansioso/depresivo y un intento fallido de suicidio.Estoy de baja pendiente de si me retiran o me dan el alta(injustamente). No puedo con mi vida. Me quiero ir y esta vez espero no fallar.
Tengo problemas de salud y mi familia también está así, mas que todo mi mamá y mi hermano que tienen problemas mentales y mi papá que tiene problemas de salud físicos, no tengo vida social, no tengo pareja y todo el tiempo me la paso triste y ver que mi familia enpeora en salud cada día, ya no puedo más con esta profunda tristeza y ver que mi familia enferma cada día, ya no puedo ver más eso y me encuentro muy endeudada, pienso que la única solución es mi muerte para así dejar de sufrir y ver como los míos sufren cada día que pasa.
Hace unos días se suicidó la hija de unos amigos, buscando información al respecto me encontre con esta extraordinaria y rica ponencia.
Gracias por este regalo.
DIOS LES BENDIGA.
Palabras muy gratificantes, aclaradoras y misericordiosas, un muy buen amigo tomo esa decisión y es demoledor el sentimiento!!! gracias por este articulo
Me ha traido paz leer todo esto, desde que tengo memoria las ganas de acabar con mi vida han cruzado por mi cabeza, lo unico que me frena es pensar en ver sufrir a mi padre, siempre he creido que cuando le toque partir sera el fin de mis dias, si me preguntaran por que pienso en el suicidio es el odio hacia mi misma, el asco, desearia que fuese distinto pero no es asi, me he preguntado tantas veces por que, a veces siento que dios me olvido o no me escucha, quizas por no estar bautizada cargo con un mal karma de vidas pasadas o no formo parte dentro de las personas que son dignas para el, cuando estaba en el estomago de mi madre la asaltaron y la empujaron, ella en sus intentos de protejer su estomago, cayo mal y se quebro una pierna, sera que yo jamas deberia haber nacido?, varias veces esto ha pasado por mi cabeza, realmente deseria que estos pensamiento no pasen por mi cabeza, pero pasa el tiempo, los años, y mi situacion no mejora, parece utopico salir de esta realidad, siempre vuelvo a caer en el eterno retorno, vuelve el gato negro, vuelven los malos pensamientos